Lamest Hits (v2.0 Beta)

No soy psicólogo ni mucho menos, pero si visitas frecuentemente este blog, probablemente has visto alguna película de Kevin Smith. O varias. Sí, el gordito que hace de Silent Bob. El mismo que hizo de forense en Daredevil. Y que escribió uno de los mejores arcos argumentales jamás creados para Flecha Verde. E hizo lo propio en Spiderman. Y sí, el mismo que ahora está en la cresta de la ola con la esperadísima Clerks 2.

Pues bien, hace algunos años, a Smith le pagaron por hacer un guión para cine. Vaya novedad. Lo curioso es de qué era ese guión. Era de un proyecto que a esa altura, ya era un mito urbano: Superman Reborn. El director de Mallrats tomó la idea, y creó uno de los grandes misterios del cine basado en superhéroes. Hizo el guión de una quinta Superman, que se conoció en el medio como Superman Lives. Pero, como muchos ya saben, Bryan Singer se encargó de realizar esa quinta Superman, la cual llamó Superman Returns, y del guión de Smith nunca más se supo. 

Alan Moore, nacido en Northampton, Inglaterra, en 1953, es uno de los más grandes guionistas de la historia del comic, y, sin lugar a dudas, uno de los más importantes de los últimos 20 años en occidente.

La obra de Moore es reconocida y vital debido a que aporta una madurez y una sensibilidad propias de la literatura a un género otrora escaso en tales atributos. Además de incluir frecuentemente temas adultos en sus relatos, Moore ha expandido las posibilidades expresivas del comic mediante la creación de efectos narrativos específicos del medio y la experimentación de diversas combinaciones de texto e imagen. Por esto y mucho más, Moore es un referente obligado y un antes y después en la historia del comic contemporáneo. 

Frank Miller, nacido en 1957 en Olmie, Maryland, es uno de los precursores del nuevo estilo del comic americano y es uno de los autores más influyentes de la historia del comic mundial. Su principal riqueza y legado es haber redefinido e insuflado nueva vida durante los años 80 a dos vigilantes urbanos emblemáticos de Marvel y DC respectivamente: Daredevil (en su serie regular y luego en varios proyectos especiales) y Batman (en Batman: El Regreso del Señor de la Noche y Batman: Año Uno). Durante los ‘90s se dedicó de forma primordial a obras propias, entre las que destacan la novela gráfica de género negro Sin City y el cómic épico de ambientación histórica 300. Ha sido, además, guionista de cine estadounidense, y estuvo casado hasta el año pasado con la colorista e ilustradora de comics Lynn Varley. 

Antes de mediados de los '80s, las historias y el universo -o más bien, los universos- que daban vida y forma a los argumentos y protagonistas de la editorial norteamericana de comics DC siguieron las pautas culturales y alimentaban el entretenimiento colectivo siempre al servicio de la comunidad. Fue así como el auge de los superhéroes (Edad de Oro, de 1930 a 1949, y Edad de Plata, de 1950 a 1965) corresponde al período desde la Segunda Guerra Mundial hasta mediados de la guerra de Vietnam y durante la Guerra Fría, y los enfoques de estos metahumanos correspondían a los valores que promovía el modo americano de vivir, además de no involucrarse con temáticas de terror y de misterio.

Como dije en la nota anterior, una de las características de Neverwinter Nights 2 que más ha emocionado a los fans y fieles seguidores de la primera versión es, curiosamente, que se retomará la jugabilidad multipersonaje que hizo tan popular a Baldur's Gate 2: Shadows of Amn y lo erigió como uno de los mejores juegos de rol para PC de la historia. Esta novedad ya se ha confirmado, y describiré cómo será que este tan esperado juego incorporará este sistema.

Al fin se van dando luces claras de qué pedirá el juego que promete destronar a todos los RPG y MMORPG que existen en la actualidad: Neverwinter Nights 2. Les comento unas pocas cosas de lo que traería este juego, para que lo puedan comparar con su primera versión:

No a todos les gustan los días nublados, pero a mí sí. Tienen ese no sé qué en su olor, y los tonos del cielo hacen un gran coro de voces a las hojas otoñales que caen a mis pies. Es como esos conciertos de Navidad que aunque uno haya dejado de creer hace tiempo en el Viejo Pascuero, le parecen mágicos toda la vida.

Ok, todos sabemos que MTV no es lo mismo de antes. Las VJ que daban taquicardia se fueron, los VJ que algo atinaban a saber de música también, los buenos grupos están casi todos en el cementerio de lo que "no siguió vendiendo" y ahora el reggaeton y otras plastas se tomaron el canal de videos musicales por excelencia del cable.

Y sí, muchas veces alguien debe haber pensado en acabar con MTV, en una suerte de eutanasia, de último acto de amor, de honor a la nostalgia y a una crianza compartida con varias generaciones.