Bartolome
Por
Wilmarth
[...] Una de las manías más recurrentes de Cristina era, sin duda alguna, la de ver manchas en cualquier tela o superficie. Nada estaba suficientemente limpio, sin importar cuántas horas pasase limpiando el mismo punto usando toda clase de productos desinfectantes. Al despertar envuelta en sábanas desconocidas, en un pequeño cuarto oscuro y frío, la muchacha vio manchas de todos colores y formas en el techo, suelo y cama. En ese instante, quiso poder flotar, y así salir de esa habitación sin la necesidad de poner sus pies en el piso, o tocar las paredes para apoyarse.
12 de noviembre de 2007