"Malas juntas" pueden detonar crisis familiar
Aconsejan poner ojo a nuevas amistades
La adolescencia es un período conflictivo para los jóvenes. Expertos recomiendan acentuar el diálogo familiar y poner atención a actitudes.
Muchos padres se preocupan de que los amigos de sus hijos adolescentes ejerzan demasiada influencia en sus vidas, y que su propia autoridad vaya disminuyendo. Esta inquietud es todavía mayor si los amigos animan a los niños a participar en actividades peligrosas o dañinas.
Y es que cuando los adolescentes comienzan a diferenciarse en gustos musicales, estéticos y en la elección de sus círculos sociales, entre otros aspectos, los padres tienen poca injerencia directa.
A los jóvenes, por lo general, poco les importa la formación valórica de sus amistades, sino que se fijan, más bien, en compartir un mismo espíritu.
La sicóloga infantil Carolina Jara Leonelli señala que en este proceso de adaptación y conocimiento mutuo, los amigos se parecen cada vez más en sus actitudes y en su comportamiento. Por ejemplo, el adolescente que se reconoce a sí mismo como problemático en la escuela, tiende a aumentar el mal comportamiento de su hijo o hija en el transcurso del año escolar en el caso de que sean amigos.
"El adolescente busca sentirse más cómodo; si la familia es represiva, busca gente diferente, y puede volcarse completamente hacia estas amistades. Los chicos buscan en los amigos un referente para ellos, sea positivo o no, y si cae en conductas peligrosas es porque no ha tenido la suficiente orientación de adultos o tiene problemas para relacionarse con los otros".
Paralelamente, se produce un distanciamiento natural respecto al núcleo familiar, en que el joven busca espacios de mayor independencia y libertad.
"La autonomía es característica de los adolescentes; se sienten atraídos por todo lo que es diferente a lo que ven en la casa, y tienden a validar siempre la opinión de quienes tienen la misma edad que ellos".
Mala Influencia
Muchos padres tienden a asumir que los cambios bruscos de conducta que sufren sus hijos adolescentes se deben a causas externas a la familia, y con frecuencia culpan a sus nuevas amistades de haberlos "cambiado".La sicóloga infanto-juvenil y docente de la Universidad Santo Tomás, Jimena Vergara Arias, asegura que un padre o madre puede reconocer cuando un amigo influencia negativamente a su hijo, si esta amistad es exclusiva, limitada o restringida.
Si bien socialmente se asocia a las "manzanas podridas" de los cursos de adolescentes con aspectos negativos y malas influencias para los pares, en ocasiones esa percepción es errónea.
"Podemos distinguir sólo en ocasiones personas negativas que nos rodean, y hay quienes logran aparentar muy bien frente a otros lo que no son, siendo capaces de engañar a su propia familia, manteniendo unas áreas de su vida pública en excelente nivel y mantener otras actividades ocultas a su familia".
El Rol de los Padres
Identificar que un hijo adolescente frecuenta amigos que lo inducen a comportamientos indeseables debe ser visto por los padres como una oportunidad de conocer más a sus hijos y acercarse a ellos.
Carolina Jara Leonelli recomienda "tratar de recuperar la comunicación que tenían antes que empezaran los conflictos, pero sin que las preguntas se transformen en persecución, debe ser un diálogo para interiorizarse más en las actividades del hijo, donde las opiniones sean argumentadas".
Hay que tener cuidado de no pasar la delgada línea que separa el interés genuino de los padres en sus actividades de la intromisión.
"Si el papá o la mamá nunca estuvo presente en sus actividades y ahora se interesa porque ve como negativos a los amigos de sus hijos, el niño lo verá como un padre entrometido", aclara Jimena Vergara Arias.
El carácter de un niño es un aspecto al que todo padre debe prestar atención, sobre todo en la adolescencia. Las sicólogas coinciden en que se debe prestar atención a aquellos niños cuyas habilidades sociales son limitadas, que no pertenecen a un grupo, no se comunican con compañeros -aún cuando lo necesitan- o aquellos que sólo tienen amigos por Internet y no en su curso.
Cuándo Buscar Ayuda
No es necesario esperar que estalle una crisis para buscar ayuda profesional cuando un hijo presenta conductas atípicas.
Los profesionales dicen que las principales redes de apoyo se encuentran en los propios colegios de los niños, a través de sicólogos que conocen la realidad en que se mueven.
El diálogo franco y abierto, sin prejuicios y con respeto, es la mejor terapia.
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